Si aparecen nódulos en las extremidades o el tronco de tu pequeño perro o, un poco más raro, en el gatito, programa una consulta veterinaria sin demora, incluso si son pequeñas bolitas: ¡podría ser un mastocitoma!
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El mastocitoma es una neoplasia maligna derivada de la mutación de células llamadas mastocitos, que se originan en la médula ósea. Esta mutación lleva a una proliferación desordenada de estas células. La veterinaria Clarisse Teixeira, especializada en oncología en el Hospital Veterinario Taquaral (HVT Campinas), explica que la mayor incidencia de mastocitoma se encuentra en la piel, donde pueden aparecer nódulos únicos o múltiples.
Según ella, estas células están presentes en el sistema digestivo y en los pulmones, pero es en la dermis y el tejido subcutáneo donde se encuentran en mayor cantidad. Según la Dra. Clarisse, los mastocitos son células del sistema inmunológico y desempeñan un papel importante en la defensa del huésped contra infecciones parasitarias y reacciones alérgicas. “Una de las formas más graves es la mastocitosis sistémica, que es el aumento pronunciado de mastocitos en la médula ósea, los pulmones o el estómago”, destaca.
La veterinaria subraya que algunos autores sugieren que el desarrollo del mastocitoma puede estar asociado con inflamaciones crónicas, carcinógenos tópicos, factores hereditarios, alteraciones genéticas y virus. Pero su causa aún es desconocida. Por lo general, la enfermedad afecta a animales mayores de ocho años.
Síntomas
Los síntomas dependen de la ubicación de la neoplasia y el comportamiento de esta neoplasia es muy variado, pudiendo ser un nódulo único o múltiple, agresivo y maligno. “Estos nódulos pueden ulcerarse y también causar picazón”, afirma Clarisse.
La médica veterinaria también enumera otros síntomas, como ulceración gastrointestinal que provoca vómitos con o sin sangre, hemorragias y diarrea.
Más común en perros que en gatos, las razas braquicéfalas son más afectadas, pero también se presenta en razas como Boxer, Boston Terrier, Bulldog, Labrador, Golden Retriever, Schnauzer, Pit bull y mestizos. En cuanto a los gatos, la raza predispuesta es la de los siameses. Sin embargo, hay algunos estudios que informan que no hay preferencia de género o edad.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza mediante exámenes de citología e histopatología. Es importante realizar la graduación del mastocitoma para evaluar el comportamiento biológico de este tumor y elegir la mejor opción de tratamiento. Este factor indica el riesgo de recurrencia o muerte del paciente.
Tratamiento
La Dra. Daniela Formaggio, especializada en felinos y en oncología veterinaria, destaca que la principal modalidad terapéutica del mastocitoma es la cirugía. También señala que existe la electroquimioterapia, la quimioterapia y la radioterapia. “Estas modalidades pueden combinarse según el lugar, la extensión y la graduación del tumor”, pondera.
Los efectos secundarios están relacionados con la quimioterapia e incluyen náuseas, vómitos, falta de apetito, diarrea e inmunosupresión. “La tasa de éxito está directamente relacionada con el tamaño y la ubicación del tumor y su grado histológico”, observa la Dra. Daniela.
Prevención
Las doctoras afirman que no existen medidas para evitar la aparición del mastocitoma. El tamaño del tumor está directamente relacionado con las posibilidades de éxito en la primera intervención. “Esto se aplica a la mayoría de las neoplasias, pero en el caso del mastocitoma, es fundamental un enfoque temprano”, advierte Daniela.
Según la oncóloga veterinaria, a través de una inspección rutinaria es posible detectar cualquier nódulo que aparezca en el cuerpo del animal.
“Los animales con antecedentes de alergias en la piel deben recibir atención especial, ya que la inflamación constante puede llevar a la mutación de los mastocitos”, enfatiza.
La Dra. Daniela llama la atención sobre la nutrición de la mascota. “Asegúrese de tener una ingesta calórica adecuada para mantener el peso correcto y preservar la masa muscular”, dice. Clarisse sugiere suplementos de ácidos grasos omega-3. “Son nutracéuticos importantes para el tratamiento oncológico. Ayudan a minimizar la pérdida de masa muscular, asociada a la sarcopenia y la caquexia”, aclara.
